ADVERTENCIA

CADA ENTRADA INICIA CON EL TÍTULO DEL TEXTO Y EL NOMBRE DEL AUTOR.

domingo, 30 de diciembre de 2007

DROGODEPENDENCIAS. SUS VINCULACIONES DELICTIVAS.


DROGODEPENDENCIAS. SUS VINCULACIONES DELICTIVAS. ASPECTOS CRIMINOLOGICOS MIGUEL ANGEL NÚÑEZ PAZ * ESPAÑA
SUMARIO: 1. La Organización Internacional.- 2. El Tráfico de Drogas.- 3. Droga y Delito.
Desde el punto de vista criminológico el problema de la droga se aborda fundamentalmente desde su vertiente más negativa, pues de antemano se relaciona droga con delincuencia o delito. Por eso, en este comentario, se van a intentar abordar tres ámbitos: las organizaciones que dan vida al tráfico ilegal de drogas, el tráfico de estupefacientes o narcotráfico y la influencia de la droga en el comportamiento delictivo.
Antes de tratar estos tres aspectos es preciso hacer unas aclaraciones importantes desde este punto de vista:
Para la Criminología es importante la cantidad de droga con la que se trafica, puesto que determina la tenencia para el consumo que es –en España entre otros países– impune, de la tenencia para traficar, que sí es punible, y para fundamentar una agravación. Así el artículo 369.3 del Código Penal establece la agravación de las penas cuando <<>>. Queda de este modo, en manos de los jueces fijar la cantidad. Pero la Circular de la Fiscalía General del Estado 1/84 de 4 de junio, establece las siguientes cantidades como las que deben entenderse por notoria importancia:
- Derivados del cannabis: 1.000 gramos para el hachís y para el aceite de hachís y 3.000 gramos para la grifa.
- Heroína, 50 gramos.
- Cocaína, 125 gramos.
- LSD, 200 dosis.
La Jurisprudencia del Tribunal Supremo ha establecido las mismas cantidades excepto para la heroína ( a partir de los 60 u 80 gramos) y la cocaína ( desde los 120 gramos).
Aunque también se ha admitido en algunos casos, la agravación de notoria importancia basada en la suma de drogas de diferentes clases poseídas por el sujeto.
Desde el punto de vista criminológico interesan las siguientes clasificaciones de las drogas, por la repercusión que van a tener en la punibilidad, agravante-atenuante y tipo de delito (descripción exhaustiva del tipo de drogas y delitos): * Drogas lícitas e ilícitas.
* Drogas duras y blandas.
* Por sus efectos psíquicos: - drogas psicoestimulantes.
- drogas psicodepresivas.
- drogas psicodislépticas.
1. La organización internacional
Por tratarse de organizaciones clandestinas, conocer su estructura interna es difícil así como el tipo de relaciones que mantienen entre ellas, aunque respecto a esto se sabe que cada vez operan más conjuntamente.
Estas organizaciones son excesivamente eficaces ya que superan toda clase de obstáculos y riesgos, pues no hay que olvidar que están perseguidas internacionalmente. Esta eficacia se debe a que son redes bien estructuradas, con objetivos bien definidos y con medios adecuados para conseguir tales objetivos (utilizan tecnología de última hora: mensajes codificados por Internet, teléfonos móviles que impiden localizar las llamadas, radares sofisticados, embarcaciones potentes, etc.), pero sobre todo porque existe una lealtad absoluta entre los miembros y porque se desconocen entre ellos. También porque controlan bancos y sociedades financieras a nivel internacional, y por la vinculación de otros delitos como la corrupción (compran policías, jueces, políticos, etc.), las falsedades para camuflar envíos, a personas y capitales, las extorsiones a quienes se resisten a colaborar en sus negocios e incluso delitos violentos como el asesinato.
Por eso, no es raro que cuando se desmantela una red de narcotráfico se decomise además de la droga otros objetos como móviles, vehículos, armas, etc. Así por ejemplo en Melilla, el Cuerpo Nacional de Policía desarticuló en Melilla una organización de tráfico de drogas. En la redada intervino 70 gramos de hachís, ocho vehículos, numerosas joyas, armas, y municiones, y material explosivo (explosivo plástico PG-2, explosivo sólido de TNT, 21 detonadores, mecha lenta y una granada para fusil) ( El País, 27 de julio).
Estas mafias son verdaderas empresas pues además de controlar mercados y precios de la droga utilizando el sistema de mercados, es decir crean empresas con aparente legalidad que les permite blanquear y colocar el dinero en la economía mundial así como mantener en inversiones seguras este gran capital y aplican los más modernos métodos de marketing para su promoción; también se estructuran de forma similar. En la cúspide estarían los directores generales (narcotraficantes), que cuentan con numerosos ejecutivos, financieros, técnico, consejeros que no tocan la droga, ni han realizado nunca la función de pasante. A un nivel más abajo estarían directores comerciales, ambiciosos agentes y viajantes de comercio (transportistas, compradores minoristas, agentes de enlace y camellos o vendedores callejeros) y ya fuera de la estratificación empresarial estarían los fichados, los sospechosos, los drogadictos.
2. El tráfico de drogas
El tráfico de drogas se ha convertido en el más grande negocio del mundo puesto que un kilo de heroína cuesta más de un millón de dólares y la materia prima para elaborar esa cantidad, unos mil dólares, es decir los beneficios se multiplican por cien, y no hay que olvidar que el precio aumenta por cada transacción; por lo que los beneficios se pueden multiplicar incluso por dos mil, esto se debe a que la droga cada vez contiene menos pureza, siendo ésta aproximadamente de un 10% cuando llega al consumidor. Quizá por eso esté aumentando de un modo alarmante ( el número de decomisos de estupefacientes ha aumentado de 20.926 en 1990 a 64.672 en 1996 y lo mismo ha sucedido con las sustancias decomisadas, de 70.075.570 gramos de hachís en 1990 a 247.745.095 en 1996 (estadísticas).
Pero no sólo genera grandes capitales de dinero sino que también está originando problemas de tipo personal, familiar, laboral y escolar a la vez que un deterioro de todo tipo de relaciones sociales. Ya que además de estar aumentando los delitos contra la salud pública (en 1990 se detuvieron 24.812 personas entre nacionales y extranjeros y en 1996 se detuvieron 65.706; están aumentando otros delitos relacionados con éste tales como: atracos, robos, falsificaciones, estafas. También provoca separaciones conyugales, abandonos de familia y de domicilio, prostitución, homosexualidad, y muertes ya sea por sobredosis (4.644 personas), ajustes de cuentas (51 personas), accidentes (6 personas) o suicidios (10 personas). También se ha visto incrementado por la eficacia organizacional y la política internacional que liberaliza la libre circulación de personas y mercancías.
Este tipo de crimen organizado se encuentra monopolizado por tres sindicatos: las triadas chinas que se encargan de la producción de opio y las mafias (estadounidenses y francesas) y los corsos que controlan el comercio, fundamentalmente el de la heroína. Estos sindicatos operan bajo el objetivo de crear mercado en los lugares donde aún no ha llegado la droga. El proceso de actuación es el siguiente: una vez asegurada la producción y establecido el mercado se fijan centros para realizar las transacciones financieras y lugares de almacenaje y transformación de la droga. Se encuentran unidos por vía terrestre, marítima y aérea, que además se cambian con frecuencia para evitar que la policía las desmonte en sentido inverso. Los “corredores” son los encargados de comprar la droga a los campesinos, pues son los que pueden desplazarse sin levantar sospechas. Estos revenden sus partidas a comisionistas mayoristas que se encuentran en los lugares donde están los centros de transacciones bancarias internacionales y los puertos francos. Los “pasantes” son los que se encargan de conducir la materia bruta a los laboratorios clandestinos situados en los mismos lugares de origen o muy próximos a ellos, con el fin de transformarla y así facilitar el transporte y reducir los riesgos de ser detectados. La posterior transformación en sustancia consumible se realiza en laboratorios clandestinos situados normalmente en lugares equidistantes entre las plantaciones y los centros de consumo. Los “pasantes” son también los encargados de introducirla en el mercado de consumo (+ información sobre los procedimientos operativos y los distinntos sindicatos/drogas). Así por ejemplo en Tarragona el Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga de la Guardia Civil ha desmantelado en Tarragona una red internacional dedicada al tráfico de estupefacientes. Esta red distribuía en puntos de ocio de la Costa Dorada y operaba con base en Salou. (El Mundo, 19 de agosto) o también la red desmantelada en Melilla que contaba una flota de vehículos en los que preparaban habitáculos especiales para la ocultación de la droga. Esta red contaba con varios individuos que trabajaban como conductores de los vehículos cargados con la droga, con individuos hacia los que se desviaban los beneficios de la venta de droga y que los blanqueaban convirtiéndolos en propiedades o ingresándolos en cuentas corrientes (El País, 27 de julio).
Los traficantes de estupefacientes utilizan numerosas técnicas y lugares de ocultación, entre los más utilizados destacan (+ información en drogas):
- En las personas: dentro de la ropa y joyas y dentro del propio. El peligro de este método de ocultación el que la materia plástica sufra perforación o descomposición y por tanto se produzca la muerte por sobredosis.
- En equipajes, que tienen un doble fondo.
- En vehículos terrestres, en el piso de un remolque ( bastidor de madera de igual dimensión que el piso del remolque, doble fondo en el maletero, doble fondo debajo de los asientos, espacios huecos de los laterales de un vehículo-remolque) y en cualquier hueco del coche (faros, embellecedores, ruedas de repuesto, etc.), así como doble fondos (techo, suelo, etc.). Un ejemplo de ello es la detención de dos personas en la autovía A-7, que se dirigían a Barcelona en un camión alquilado cuando fueron interceptados por agentes de la Guardia Civil, pues al registrar el remolque frigorífico que arrastraba el camión encontraron en su interior 70 fardos que contenían un total de 2.147 kilogramos de hachís ( ABC, 6 de noviembre)
- En las embarcaciones: mangas de aire, tuberías, depósito, partes huecas de los mástiles, etc.
- En el mar: bolsas atadas al casco, bolsas atadas a cadáveres de gaviotas, etc.
- Otros objetos: bombonas de butano; figuras de cerámica, plástico o barro; material científico; frutas; latas de conserva; confites; empuñaduras de bastones y paraguas; etc. (libro drogas)
Los traficantes de sustancias estupefacientes suelen aplicar las técnicas más refinadas del contrabando, las cambian y renuevan sus sistemas continuamente. Y como ya se ha dicho anteriormente el tráfico se ha visto favorecido por los avances en los sistemas de telecomunicación y transportes y la libre circulación de personas y mercancías.
Los grandes responsables utilizan como “correos” o “pasantes” a meros aficionados, que por regla general están bien pagados y que no suelen pertenecer a la organización, conociendo sólo a la persona que le entrega la mercancía y a la que tiene que entregarla y le paga. Así la organización se asegura que no se llegue a su núcleo, que no se quebrante su seguridad aunque estos contrabandistas sean detectados, y así sólo perderán la mercancía.
En esta organización existen diversos dirigentes con amplias relaciones dispuestas a prestar su ayuda en los momentos más complicados, pero son relaciones personales para evitar ser descubiertos y para garantizarse el pago de la mercancía suministrada. Estos contactos múltiples son vitales. Así suelen disponer de personal en agencias de viajes que efectúan la reserva de billetes, banqueros o agentes de bolsas que realizan las transferencias y asesoran sobre las cuentas corrientes en las entidades bancarias, así como personal perteneciente a la plantilla de una tripulación, pues no levantan sospechas al entrar y salir de un país varias veces a la semana, mientras que un “correo” terminaría siendo reconocido y vigilado si efectuase esas entradas y salidas con la misma frecuencia aunque disponga de varios pasaportes. Cabe destacar de entre estos contactos a guardias civiles, policías, que ofrecen información a los narcotraficantes sobre los controles. Tampoco la organización suele tener obstáculos en encontrar a “correos” o “portadores”, ya que todo lo arregla con el dinero, el soborno, el chantaje.
Los traficantes, tanto si sobornan a los miembros de las tripulaciones como si se valen de “portadores” que viajan en calidad de pasajeros, conocen el dispositivo de los puertos aéreos y marítimos, las formas de conseguir pasajes sin levantar sospechas, los documentos que precisan parta fletes y equipajes, las listas de los miembros de las tripulaciones, los hoteles donde éstos se alojan, los bares que frecuentan y el movimiento de los controles que cubren las rutas.
Además suelen disponer de un negocio de importación-exportación que diariamente reciba y despache montones de paquetes, mensajes y órdenes de pago internacionales resultando muy difícil diferenciar el negocio legal del tráfico ilegal.
3. Droga y delito
Ya se ha comentado anteriormente que la droga influye en el comportamiento humano, pero saber cuál es la influencia exacta es muy difícil pues los efectos nerurofisiológicos resultan complejos y difíciles de aislar y el efecto es distinto según la sustancia, la cantidad, la vía de administración, la frecuencia de las tomas, etc. Pero más difícil es saber la influencia de las drogas en la conducta delictiva, pues además de las interferencias expuestas en las líneas anteriores influyen los factores psicosociales del individuo, como la actitud ante la droga, lo que espera de la misma, en compañía de quien se la administra, el ambiente en que se encuentra y la personalidad del drogadicto.
Sólo es posible afirmar categóricamente que la droga por si misma es causa de la conducta delictiva en la decisión de la persona de adquirir, poseer o consumir la droga. Pero los estudios demuestran que la relación droga-delito es recíproca, pues si observamos las causas de la elincuencia común son muy parecidas a las que llevan a la toxicomanía: discusiones familiares, fustraciones, carencias afectivas y educativas, abandono de los estudios, etc.
En la actualidad existen dos posturas antagónicas sobre la influencia de las drogas en el comportamiento delictivo: la primera, que considera el drogadicto como un delincuente que entre la gama de delitos que puede cometer figuran el tráfico, la tenencia y el consumo de estupefacientes, si bien el sector médico considera al toxicómano como un enfermo que presenta una personalidad inmadura con desajustes en sus patrones de adaptación y que sólo comete delitos para satisfacer la necesidad creada por la droga y de lo contrario no hubiera delinquido jamás.
La segunda postura defiende la tesis de que las acciones delictivas cometidas por los drogadictos no son provocadas por las drogas en sí mismas, sino por la imposibilidad de obtenerlas debido al alto precio que se tiene que pagar por ellas en el mercado ilegal. Sus defensores afirman que esa modalidad delictiva disminuiría si se autorizase a los médicos a proporcionar a los adictos las cantidades necesarias para satisfacer sus necesidades y esto también reduciría el mercado negro.
En la relación drogodependientes-delito a la Criminología le interesa diferenciar entre el simple consumidor y el auténtico dependiente (toxicómano). El consumidor puede delinquir sin consumir, por lo que el consumo es algo accidental en el camino hacia el delito, en cambio el toxicómano delinque debido a la dependencia de las drogas, sino hubiera llegado a ser adicto, no hubiera delinquido jamás, eso sí, son los que delinquen con más frecuencia.
Se pueden diferenciar otros dos grupos más, los que realizan una gran actividad delictiva para financiarse el consumo de drogas y los que ya eran delincuentes antes de iniciarse en el consumo de drogas y que continúan delinquiendo después de hacerse adictos.
Esta clasificación es importante para la rehabilitación de los delincuentes adictos a las drogas pues no sólo hay que tratar la adicción sino el estilo de vida delicuencial que tenía anteriormente, puesto que la tasa de recaídas en el consumo y el pronóstico de reincidencia es mayor en los sujetos con experiencia delincuencial anterior al consumo.
En los cuadros de intoxicación aguda, no son frecuentes los delitos ya que el sujeto se “encuentra bien”, “pasa de todo”. Sino que es durante el síndrome de la abstinencia, sobre todo de opiáceos cuando el toxicómano eleva su peligrosidad, pero el delito es impremeditado, violento, de pocos beneficios, impulsivo, … por lo que se les suele aplicar la inimputabilidad.
El mayor número de delitos los realizan cuando no están bajo los efectos de la droga pero antes de tomar la siguiente dosis, para evitar el síndrome de abstinencia. Durante este período, son imputables puesto que son conscientes y tienen como único objetivo la obtención de droga. Se les puede aplicar circunstancias atenuantes por ser toxicómanos. Los delitos de esta fase suelen ser objetivo, utilitarios, guiados por la necesidad cercana de conseguir droga y en ocasiones desproporcionados en relación a la cantidad de dinero obtenido.
Podemos diferenciar finalmente, cuatro tipos de delincuencia en relación a las drogas (drogas específicas y delito), que puede ser además directa o indirecta:
Delincuencia inducida: Es la que se origina a causa de la intoxicación producida por la ingestión de drogas, por lo tanto indirecta. Está determinada por el efecto de la droga en el individuo, es decir depende del tipo de sustancia consumida (psicoestimulantes, psicodepresivas o psicodislépticas).
Es una delincuencia transitoria o vinvulada a épocas concretas y/o momentos temporales, excepto si el individuo es un consumidor habitual.
Los delitos suelen ser violentos, aunque dependen de la personalidad del sujeto y de si la droga es euforizante y/o excitante. Los delitos suelen ser contra las personas, contra la libertad sexual, contra el orden público, contra la seguridad del tráfico y contra la propiedad.
Delincuencia funcional: Es la que realiza un drogodependiente con el fin de conseguir recursos económicos necesarios para financiarse el consumo de drogas.
La frecuencia y la reiteración de esta delincuencia está determinada por el grado de dependencia, física o psíquica, la droga en cuestión y la posibilidad de costeársela sin delinquir. Esta posibilidad depende de la posibilidad de llevar una vida normal y del precio de la droga consumida. Se suele mantener mientras dure la drogodependencia del sujeto.
Las características personales del individuo y la mayor o menor necesidad de la droga determinarán la utilización de una mayor o menor violencia para obtener los fondos.
Los delitos más típicos son contra el patrimonio, delitos de malversación, delitos de falsedades, tráfico de drogas por el propio toxicómano, tenencia ilícita de armas (para los robos) y delitos contra el orden público (agresión a la policía, resistencia a la detención).
Delincuencia relacional: Es la que se produce entorno al consumo de drogas y facilita dicho consumo.
Puede producirse bien facilitando directa o indirectamente la droga o bien facilitando la obtención del dinero para conseguirla. Así se diferencia entre:
- Conductas de tráfico (cultivo, elaboración, tráfico, promoción, y facilitación del consumo) realizadas por consumidores.
- Delitos de receptación. Que consisten en que el toxicómano vende al receptador objetos robados a precios muy bajos, pero en muchas ocasiones los objetos se pagan con dosis de drogas, por lo que receptador se convierte en un traficante de drogas.
-Tráfico de drogas por no consumidores: Se incluyen los sujetos que sin ser toxicómanos se dedican al narcotráfico.
Nota:
* Profesor de Derecho Penal y Criminología Universidad de Salamanca (España)

No hay comentarios: